Después de semanas de lluvia, ahora sí que sí, por fin parece que tenemos el verano aquí y ya podemos comer helados sin control!
Hoy quiero proponeros un helado diferente, de cereza! Casero y muy saludable!
Sin ninguna duda las reinas de esta época son las cerezas. Sólo están disponibles durante 3 o 4 semanas al año así que tenemos que aprovechar!
Da gusto pasear por el mercado y ver cajas y cajas de cerezas rojas! Además de bonitas tienen un montón de propiedades beneficiosas:
- Son ricas en potasio, calcio, sodio, fósforo y magnesio
- Contiene vitaminas C, A y E
- Son beneficiosas para el cerebro y el sistema nervioso
- Ayudan a regular los niveles de ácido úrico gracias a las antocianinas
- Contienen melatonina (sustancia que ayuda a regular el ciclo del sueño)
- Contienen aproximadamente un 85% de agua, por lo que son muy diuréticas y pueden ser útiles en el caso de personas que sufran artritis
- Contienen 19 veces más betacaroteno que el arándano, contribuyen a tener una buena visión y a mejorar la salud de la piel
- Tienen un alto contenido en fibra
- Ayudan a bajar los niveles de colesterol
- Son antioxidantes!!
¿Hay alguien que aún no esté convencido de sus propiedades? Aquí os dejo la receta, fácil, original y riquísimo!
- 600 gramos de cerezas que estén maduras
- 200 gramos de azúcar
- 200 mililitros de nata para montar
- La corteza de medio limón
- 100 ml de agua
Metemos en la nevera la nata, las varillas y el bol donde vamos a montarlo para que esté bien frío.
Lavamos las cerezas y les quitamos el hueso. Las ponemos en un cazo junto con el azúcar, el agua y la corteza de limón, lo movemos un poco y lo ponemos al fuego.
Cuando empiece a hervir lo dejamos 5 minutos hirviendo. Apagamos el fuego y lo dejamos enfriar.
Retiramos la corteza de limón y trituramos bien las cerezas con la batidora.
Montamos la nata y una vez montada le añadimos las cerezas y mezclamos bien.
Lo pasamos a un tupper, preferiblemente de vidrio, lo tapamos y lo metemos en el congelador. Después de 3 horas lo sacamos y removemos bien para que no se acristale y se quede cremoso. Lo volvemos a meter unas dos horas y después ya está listo para disfrutar!