No me cabe duda que sois conscientes de la importancia de mantenernos hidratadas, tanto por dentro como por fuera. Sin embargo, en verano debemos prestar un poquito más de atención a nuestra piel para que su hidratación sea la correcta.
Al exponernos más a los rayos ultravioletas y experimentar un aumento considerable de la temperatura, nuestra piel se deshidrata a una velocidad de vértigo, ¡mucho más rápido que en invierno! Además, sudamos mucho más y este exceso de humedad nos hace proclives a padecer infecciones, de ahí que sea imprescindible que le prestemos especial atención a la piel en verano.
La deshidratación de la piel nos puede hacer perder flexibilidad y firmeza; favorece la aparición de sequedad, grietas y arrugas; apaga el tono y, por supuesto, acelera el proceso de envejecimiento prematuro. ¡Queremos disfrutar del verano sin que suceda esto! Para ello debemos ayudar a regenerar la piel, mantenerla bien hidratada y que no pierda ni su brillo ni su elasticidad.
Cómo mantener la piel hidratada en verano
Una piel limpia
Es vital mantener la piel limpia para favorecer su correcta hidratación. La mejor manera de lograrlo es con una exfoliación suave que elimine las células muertas y nos limpie los poros. Procura emplear productos neutros que no afecten el equilibro de tu piel.
Emplea cremas hidratantes
¡Tanto de día como de noche! Para el día, procura que la crema sea bastante humectante que favorezca la función barrera de la piel y, para la noche, momento idóneo para que los activos hagan su trabajo, aplícate una crema en cuya formulación destaquen los antioxidantes para luchar contra los radicales libres.
No olvides el factor de protección
Esto es vital para mantener la piel protegida de la fuerza de la radiación ultravioleta. Sí, el sol es bueno para la piel pero hasta cierto punto. Nos ayuda a sintetizar vitaminas y proteínas y nos da un tono de piel magnífico pero, en exceso o sin precaución, nos puede provocar rojeces y quemaduras.
Muchas cremas hidratantes ya incorporan un factor de protección en su formulación pero, personalmente, prefiero aplicarme una buena crema hidratante y posteriormente (antes de salir a la calle), embadurnarme con mi FPS de 30.
Eres lo que comes
En verano procura consumir más frutas y verduras que carnes. Constituyen una fuente excelente de antioxidantes como la vitamina A, C y E, lo que viene de perlas para mantener la piel sana ya que ralentizan su envejecimiento prematuro, ayudan en su regeneración y aumentan su flujo sanguíneo.
Bebe mucha agua
Para conseguir una piel correctamente hidratada, además de aplicarle sus correspondientes tratamientos tópicos, debes beber al menos un par de litros de agua al día… ¡independientemente de la época del año!
Viste las prendas adecuadas
La ropa también es importante para mantener una buena hidratación. En verano intenta dejar de lado las prendas sintéticas y apretadas que favorecen la aparición del sudor y, en consecuencia, la pérdida de hidratación de la piel. Intenta llevar calzados abiertos que favorezcan la transpiración de los pies, evitando la aparición de hongos e infecciones.
La regeneración celular tiene lugar cada noche, mientras dormimos, con lo que si en verano mantenemos la rutina de sueño de ocho horas, además de levantarnos la mar de frescas por la mañana, favorecemos la buena salud de la piel.
Estos son mis trucos para mantener la piel correctamente hidratada en verano pero, tengo curiosidad, ¿cuáles son los tuyos?
Comentarios
Luisa Maria Garcia Repiso
Muy buenos consejos. Gracias