No por mucho lavarte la cara conseguirás mantener los poros limpios. Parece ilógico pero, en el fondo, tiene su razón de ser, ya que las impurezas, la contaminación atmosférica y la propia grasa que generamos termina obstruyéndonos los poros, impidiendo que la piel respire como es debido. Y eso no lo quitarás con agua. No te preocupes, es fácil hacerse con un buen kit de limpieza facial que cubra todas las necesidades de tu piel, a la vez que la libra de impurezas.
Limitarse a desmaquillar la piel a diario no es suficiente para mantener una higiene facial saludable. Cada dos o tres semanas debemos someternos a una limpieza facial total, ya sea en casa con la aplicación de un buen exfoliante o en nuestro centro de belleza de confianza. Personalmente, y ante las prisas y la economía, me decanto por sacar el máximo partido al exfoliante Triple Acción de ESDOR, que limpia y desobstruye sin resecar, dejándome la piel suave y súper tersa.
Si necesitas más razones para convencerte de la importancia que tiene una buena limpieza facial, te recomiendo que prestes atención a estas cuatro:
- Descongestiona. Día a día con el ritual de limpieza habitual conseguimos mantener la piel libre de impurezas… pero no por mucho tiempo. Es muy recomendable que cada tres o cuatro meses, coincidiendo con los cambios de estación, nos pongamos en manos de profesionales para eliminar las impurezas más en profundidad.
- Equilibra. El efecto de la climatología, la dieta, los nervios y demás factores externos a los que estamos sometidas provocan que la piel pase por épocas grasas o secas de lo más indeseadas. Para ayudar a mejorar el estado de la misma no hay nada como una buena limpieza facial. Así que tenlo en cuenta y ponte manos a la obra con un exfoliante de confianza y adecuado a tu piel.
- Oxigena. Cada vez que nos limpiamos, eliminamos todos los residuos que la polución y la propia piel genera a lo largo del día. Si eres de las que tiene una piel grasa o con tendencia al acné, debes procurar someterte a limpiezas faciales de manera más habitual, pues estarás combatiendo el exceso de sebo y, en consecuencia, la obstrucción de los poros (que facilita la aparición de granitos).
- Optimiza los tratamientos posteriores. Al eliminar los residuos y células muestras de la superficie, facilitas el acceso a la piel a los activos de los tratamientos que te apliques después de la limpieza ¡Así conseguirás que sean más efectivos!
Eso sí, chicas, recordad que tras el exfoliante y la eliminación de los puntos negros, es igual de importante la aplicación de un tónico equilibrante y una buena crema hidratante.