A menos de 40 kilómetros de la capital lusa, nos espera Sintra, una pequeña ciudad llena de encanto que, en otros tiempos, fue el destino favorito de la realeza de toda Europa. Esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, debe ser una visita obligada si haces una escapada a Lisboa.
Recorrerla al completo no te llevará mucho tiempo pero merecerá la pena. Monumentos, iglesias, plazas, casas, edificios, palacios… Sintra es una maravilla. Sin embargo, este pequeño enclave portugués no es solo una especie de pueblo de cuento de hadas, también destaca por la belleza de sus jardines y su parque natural.
La naturaleza ha sido aquí muy generosa y si te gusta estar en contacto con ella, no te queda más remedio que realizar una visita al Parque Natural de Sintra-Cascáis. Para ello debes desplazarte hacia ese punto, el más occidental del viejo continente, donde antaño se urdían leyendas sobre el fin de la tierra y el comienzo del mar desde el Cabo de Roca.
Es el momento de disfrutar de una geografía muy escarpada, donde la belleza de los acantilados atrae poderosamente, en contraste permanente con la frondosidad de la Sierra de Sintra, un espacio vegetal, donde el verde te embarga y te devuelve imágenes únicas y dignas de ser fotografiadas y enmarcadas.
Destacan también inmensas playas que invitan al visitante a pasear por si fina arena a orillas del Atlántico. Precisamente es en una de estas playas, una de las más conocidas, la playa Grande, donde se conservan vestigios de otros tiempos, cuando gigantes dinosaurios campaban a sus anchas mucho antes de verse amenazados. Descubrir sus huellas sobrecoge y apasiona.
Además, dadas las corrientes marinas y su espectacular oleaje, convierte cualquier de estas playas en el destino ideal para los amantes del surf y windsurf.
El Monte de la Luna es el espacio que ocupa el centro de este Parque Natural, ya más metidos en la Sierra de Sintra. Desde aquí es fácil elegir un camino, ya que se dispone de una amplia red para practicar senderismo. En tu andadura podrás toparte con joyas de la arquitectura como el convento de los Capuchos o la Ermita de la Peninha.
Pero si hay algo que destaca como un guardián al acecho, es el Castelo dos Mouros, vestigio de aquellos tiempos de dominación musulmana y las guerras por la Reconquista. No te pierdas las vistas desde aquí, son espectaculares.
Además de toda esta belleza natural, Sintra como ciudad también pertenece al parque y vale la pena recorrer sus calles, repletas de joyas arquitectónicas como el Palacio da Pena, el Palacio Nacional de Sintra, el de Monserrate o el Palacio Real Queluz. Todos ellos nos recuerdan por qué la nobleza eligió esta zona para pasar sus veranos.
Comentarios
Luisa Maria Garcia Repiso
He estado ahi, es un sitio magicooo