No es la primera vez que os menciono la importancia del aporte de antioxidantes para el cuidado de la piel. En ESDOR sacamos gran provecho de los mismos mediante el empleo de uvas en la formulación de los cosméticos, pero no solo nos quedamos ahí. En este caso me centraré en la importancia de la vitamina C para el cuidado de la piel.
Además de aportar casi de manera instantánea el brillo y la luminosidad perdida, la vitamina C es uno de los antioxidantes naturales más potentes. Además, un aporte extra de vitamina C en la alimentación o mediante el empleo de cosméticos que la incorporen en su formulación, favorecemos un incremento en la producción de colágeno, indispensable para evitar la aparición de manchas, arrugas y marcas de expresión.
La vitamina C y sus propiedades
Esta vitamina forma parte de los nutrientes esenciales del ser humano, por lo que es fundamental para la salud y el cuidado de la piel. Aunque es un nutriente de suma importancia, nuestro cuerpo no es capaz de producirlo por sí mismo, así que hay que conseguirlo mediante los alimentos u otros medios externos. Su deficiencia causa escorbuto, que debilita las estructuras de colágeno y produce una capacidad de cicatrización y regeneración muy reducida. Entre sus propiedades destacan las siguientes:
- Fotoprotección. A pesar de no tener la capacidad de absorber los rayos UV y, en consecuencia, no ser un protector solar en sí, la gran cantidad de antioxidantes que componen esta vitamina la convierten en un aliado perfecto para ayudar a la piel a recuperarse de los daños producidos por las radiaciones. Sin embargo, ten claro que será necesario aplicar un fotoprotector si quieres proteger tu piel del sol.
- Antioxidación. Esta vitamina es un potente antioxidante natural, que ayuda a proteger a todas las células y estructuras corporales frente al daño oxidativo causado por la acción de los radicales libres. Ayuda regula la formación de enzimas que ayudan en este proceso.
- Reforzar el sistema inmune de la piel. Ayuda a restablecer la función barrera de la piel (primera medida de defensa), promueve la correcta diferenciación de las células epiteliales y las células de defensa de la piel. Además, modula la producción de sustancias pro-inflamatorias en la piel.
- Antiedad y Regeneración. La vitamina C ayuda a la formación normal de colágeno, fundamental para el correcto funcionamiento de la piel. En decir, una concentración adecuada de esta vitamina, nos ayudará a mantener la piel en un estado más saludable y a que se restablezca más fácilmente después de sufrir un daño
Debido a todas estas propiedades, la vitamina C es una de las sustancias más interesantes a incluir en un cosmético como complemento a otros activos o ingredientes.
Empleo de la vitamina C para el cuidado de la piel
Sacar provecho de los beneficios de la vitamina C para el cuidado de la piel es muy fácil. Podemos incluirla en la dieta a través de la ingesta de frutas y verduras pero, para obtener resultados a muy corto plazo, no encontrarás nada mejor que los productos cosméticos que cuenten con ella.
Encontrarás vitamina C en sérums, ampollas revitalizantes, cremas hidratantes y nutricosmética. Eso sí, intenta emplear este tipo de cosméticos tanto de día como de noche, para que los efectos de la vitamina C sean aún más notorios. Por el día nos servirá de protección frente a las múltiples agresiones a los que se ve sometida la piel. Por otro lado, por la noche, algunos pasos de la regeneración como la división celular tienen lugar mientras dormimos con lo que un aporte de vitamina C en la piel antes de irnos a la cama permitirá que nos despertemos con la piel luminosa, tersa, sana y con menor incidencia de arrugas, marcas y manchas.
Comentarios
Yolanda Pelaz Díez
Me ha encantado el artículo , muchas gracias!
Luisa Maria Garcia Repiso
Genial información. Gracias