¡Chicas, ya estamos en verano! Piscinita, playita, terracita… sea lo que sea, pero bajos los rayos del sol, que falta nos estaban haciendo. Para lucir un bronceado perfecto debemos exfoliar antes de tomar el sol. ¿Cómo? Pues con una completa exfoliación de rostro y cuerpo ya que estarás preparando la piel para que el bronceado se asiente y dure mucho más tiempo. Buena idea, ¿verdad?
Ya sabemos que el sol puede producirnos alteraciones en la piel. Deshidratación o manchas están a la orden del día y, si no tenemos cuidado, la acción del sol puede transformar una bonita piel hidratada en opaca, haciendo que sea menos flexible y tenga poca vitalidad. Un buen truco para que esto no te pase a ti es que, como ya te he dicho, no olvides exfoliar tu rostro y cuerpo en profundidad… ¡sin olvidar la hidratación, claro está!
Si bien la regeneración celular en pieles jóvenes se produce cada mes de forma natural, las pieles más maduras necesitan más tiempo y debemos ayudarlas en el proceso para evitar que adquieran un aspecto envejecido de forma prematura. Con la exfoliación logramos eliminar las células muertas que se depositan en la capa superficial de la piel, con lo que favorecemos la renovación celular, devolviendo a la piel ese toque de suavidad y frescura que tanto anhelamos… y que nos sirve para conseguir un bronceado con un tono súper bonito, duradero y sin rodales ni descamaciones.
Si nos proponemos exfoliar el rostro y el cuerpo periódicamente conseguiremos una piel luminosa, suave y de tono homogéneo. También tendremos una mayor oxigenación celular, ayudando a retrasar el envejecimiento de la piel. Además, toda exfoliación estimula la microcirculación superficial de la piel, lo que le devuelve vitalidad y la prepara para largas exposiciones al sol. Precisamente porque activa la circulación, los exfoliantes también son idóneos para preparar la piel antes de iniciar tratamientos corporales como anticelulíticos, reafirmantes o remodelantes.
Pero, ¿cada cuánto tiempo debemos exfoliar nuestra piel? En el caso del cuerpo, lo haremos semanalmente, para que el bronceado siempre se produzca sobre la piel «más nueva» y dure más bonito durante más tiempo. En el caso del rostro, la frecuencia dependerá de nuestro tipo de piel. Sensible: cada 15 días, normal o mixta: de una a dos veces semana, seca: una vez a la semana, grasa: dos veces a la semana.
Así que, chicas, no tenéis, excusa. Ya sabéis lo que hay que hacer. Sacad partido del Exfoliante Facial Triple Acción y el Exfoliante Corporal Tonificante de ESDOR para que este verano vuestro bronceado destaque por su belleza. Eso sí, por favor, recordad que el mejor aliado para el cuidado de la piel bajo el sol es una buena crema con protección frente a los rayos UVA.
