En España siempre hemos celebrado el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre, pero desde hace unos años nuestra tradición se ha visto un poco alterada por el Halloween americano y el Día de Muertos que celebran en México y otros países latinoamericanos.
‘Halloween’ es la víspera de todos los Santos. Al atardecer del día 31, comienza a celebrarse esta fiesta que tiene su origen en la celebración del “Samhain” celta, que conmemoraba el final de la cosecha con una gran ceremonia. La caída de las hojas durante esta estación señalaba entonces el inicio de un ciclo y la finalización de todo lo anterior, y eran típicos los rituales que tenían un carácter purificador para despedir el año.
También se creía que durante esa noche las puertas del otro mundo se abrían durante unas horas y las almas de los muertos visitaban el mundo de los vivos, por eso dejaban ofrendas a las puertas de sus casas y encendían velas para ayudar a las almas vagabundas a encontrar de nuevo el camino hacia su mundo, hacia la luz. Además de hacer sacrificios para los dioses y reunirse alrededor de las hogueras, los celtas llevaban disfraces de pieles de animales para confundir a los espíritus, que es claramente el origen de los disfraces actuales.
El origen del Día de Todos los Santos en España se remonta al año 835, y su origen es de carácter religioso. El impulsor de la medida fue el Papa Gregorio III, con el objetivo de que todos los santos fueran venerados al menos un día al año. Eligió ese día para eliminar la celebración pagana del Año Nuevo Celta, que tenía lugar la noche del 31 de octubre.
Tradicionalmente se visitan los cementerios, comemos buñuelos y huesos de santo, y otra costumbre muy popular son las representaciones teatrales de Don Juan Tenorio, la obra más emblemática de José Zorrilla, que tiene una temática muy relacionada con la muerte y su significado y cuyo acto final tiene lugar en la noche de Todos los Santos.
Y ahora el aumento de la curiosidad por esta cara de la cultura mexicana también arrasa en España.
En México los días 1 y 2 de noviembre son días de fiesta y celebración. Se cree que durante estas fechas, los muertos cruzan el Mictlán y vuelven con los mortales para reunirse de nuevo. Lo llaman el Día de muertos y es una tradición tradición que data de la época prehispánica, cuando los antiguos pobladores pensaban que la muerte era sólo el principio del viaje hacia el Mictlán, donde los muertos se encontrarían con el dios Mictlantecuhtli y con la diosa Mictecacíhuatl.
Cada año muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, incienso, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o alguna comida que le gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda.
Se adornan las tumbas con flores y muchas veces se hacen altares en las casas, lo que en épocas indígenas tenía un gran significado porque se creía que ayudaba a conducir a las almas a transitar por un buen camino tras la muerte.
En 2003, la tradicional celebración del día de muertos en México fue declarada Patrimonio inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La historia de los difuntos en México está muy relacionada con la figura de ‘La Catrina’, la caricatura mexicana que simboliza a la muerte con una figura femenina.
Si decidís disfrazaros, ya sea estilo Halloween o catrina mexicana, no olvidéis desmaquillaros la piel. Este tipo de pinturas suelen ser muy grasientas y os resultará más fácil eliminarlas con ayuda de un gel limpiador desmaquillante.
Tened especial cuidado con la zona de los ojos. Os aconsejamos que optéis por un desmaquillante específico de ojos o agua micelar. Por último, no olvidéis hidratar la piel con vuestra crema favorita.